Claudia Caicedo

Asilo negado

Me perseguían las ganas de besarte, de hacer de tus labios aquel enterrado templo en[…]

La noche me perdió amor mío, me perdió como pierde a las palomas en su[…]

De hoy tiene la lluvia una vieja y enlatada canción, una primavera de campanas y[…]

Debajo de la cama y de los ojos se guardan los vitrales que me enseñaron[…]

Se me acaban pronto los recuerdos contigo, los versos que cuidadosamente ocultaste en mi corazón,[…]

Qué espejos redondos y delirantes son mis ojos de viejo cuarzo que vienen de sobrevivir[…]

Guardo tus ojos en mi pecho de cuantos rostros de tu tiempo decidiste darme. Como[…]

Cada vez más, Elisa tenía la capacidad para imaginarse a su héroe escritor. Había practicado,[…]

A través de la cansada escalera de los días desciendo, retrocedo a la piel de[…]

Una muerte, un tallo debajo del silencio, de nuestros pies y el deseo del fuego[…]