Una clase de Geografía

−Para ubicar los hechos geográficos sobre la superficie terrestre se recurre a los gráficos. Cuando necesitamos utilizar la mayor precisión posible, los usamos, éstos son líneas convencionales llamadas imaginarias, para facilitar la comunicación. Estas líneas son: El eje terrestre, el ecuador, los paralelos, los trópicos, los meridianos, los círculos polares.
−Esto está muy aburrido, vamos a divertirnos un poco, Proyecto Gorila –susurra una niña de 9 años y la voltean a ver los otros 11 niños de cuarto grado de educación elemental, y asientan con la cabeza; la niña dice− y no se pueden cambiar, maestra?
−No…
−Dice mi papá que él podría cambiar lo que quisiera.
−El eje terrestre… No lo dudo, pero continuemos con la clase. Vamos a ver en este video…
−¿Sabía que hay líneas imaginarias entre los habitantes del mundo? Tú, maestra, estás del otro lado, y nosotros de éste. Nosotros sabemos lo que significan los diferentes Proyectos mundiales, y tú, de seguro, ni sabías que existen. –La maestra se pone roja de la cara, respira hondo y dice
−No tengo autorizado hablar de algo que no sea de la clase, ni hacerles preguntas, ni contestarles, ¿Sabías que estamos siendo monitoreados?
−Ya no, mi compañero está generando interferencia, en unos minutos vendrán a revisar, pero tenemos ese tiempo para hablar de lo que queramos. –un niño está tecleando en su tableta dirigiéndose a las cámaras.
−De todos modos vamos a seguir estas indicaciones, vamos a continuar la clase, solo voy a estar con ustedes una semana, después regresará su maestro.
−¿Es tu novio? –se oye una vocecita.
−¡No! Digo, no voy a contestar eso, ya está el video, silencio, dejen sus tabletas.
−Podemos tener nuestras tabletas para checar si sabes de la materia, o si no estás actualizada −dice otro niño, y continúa−, estoy viendo tu curriculum, mmm, doctorado en Educación y estás en tu proyecto de doctorado en Sociología; y sí es tu novio, te estas besando con él en la playa.
−No voy a contestar, el próximo que interrumpa la clase, lo reporto.
−Primero te corren a ti que nos digan algo a nosotros. Y, ¿de qué es tu proyecto de doctorado?
−Algo de lo que la masa puede saber, porque hay muchas cosas que no saben −dice otro niño, mirando hacia la ventana.
−¡Ha de ser horrible estar metido en alguna de la líneas imaginarias que nosotros hemos hecho!, bueno nuestros papás, abuelos, otros de los nuestros –comenta otra niña y sigue diciendo−, no hay nada más vergonzoso que te engañen y te lo creas, y luego te des cuentas que te creíste una mentira.
−¡Si es que te das cuenta! Todo está diseñado para que nunca te des cuenta −dice un niño y continúa− Aunque el secreto vende, le gusta a la gente, ya sabes, cuchichear, programas secretos, sociedades secretas, ¡pobres, no saben nada! Dice mi abuelo que si desterráramos los secretos se acabaría el chiste de la vida. Cuando se develan todos, es como el juego del solitario de las cartas, cuando abres todas las cartas ya no tiene chiste el juego. Y tú, maestra, qué dices.
−¿Han escuchado hablar del Proyecto Gorila? –todos los niños abren los ojos y hay un paro repentino de la respiración, la maestra continúa− Pues bien, les diré algo: En esta esquina, cientos de miles de secretos, cientos de Proyectos para guardar los secretos, cientos de monedas para pagar esos proyectos. En la otra esquina, cientos de programas de Youtuberos desenmascarando esos secretos, cientos de proyectos ocultos al descubierto, y también mucho dinero para hacerlo. Y saben, “Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto.” ¡Ah!, una última información, yo acuñé el término Proyecto Gorila… es mi tesis.

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