Para Ana Cantorán Viramontes que avivó la inspiración de este poema y lo tejió a través de las imágenes del Teatro
Tejo a diario mi corazón,
corto, amarro, entrelazo hilos del color de mis emociones,
cada hilo parece más gastado o más carmín por el dolor.
El mundo los enreda,
los hace débiles,
ora como labios que ya no pueden besar
ora como sendas que no puedo recorrer.
Tejo, los estiro y reconstruyo para seguir tejiendo mis latidos,
y dejar un poco de mi aliento en las agujas que guían mis manos
hacia la imagen gastada y vuelta a renovar que cuelga del telar de mi pecho.
Tejo y me levanto gracias a esos hilos que han renacido de las cenizas de un carretel
que apenas suspira de cansancio y ya continúa su marcha dando vueltas
hasta reproducirse a sí mismo.
Tejo y me levanto como un títere de estambre,
creación de mis manos que se pinchan de recuerdos,
amores y mentiras,
Y voy hacia ti, te enredo y te abrazo
como si fueras tú el hilo restante y guía
Para terminar de trenzar mi vida en una sola pieza.
Impactos: 4