Los Mundos De Megara 4.

Comienza el ritual para contactar con el chico que apareció en los sueños de Megara, el mismo que atentó contra la vida de Lucía. En la arena hay un gran círculo hecho de unas piedras que parecen cristal, traídas por Nayara, y en el centro están unas cartas un tanto especiales que Nayara a traído para que Lucía las use.

Lucía se sitúa en el interior del circulo acompañada por Fausto. Megara y Nayara se mantienen a un lado del circulo, Nayara lleva el equipamiento preciso para hacer un exorcismo si es necesario… Por otro lado, Pablo se encuentra situado frente a Megara y Nayara en el lado opuesto del círculo, pero no parece dispuesto a cumplir su misión de vigilar el exterior del círculo, desconfía totalmente de Fausto y no está dispuesto a quitarle el ojo de encima…

-¿Estáis preparados?

-¡El material para hacer un exorcismo en caso de peligro está listo!

-¡Listo para vigilar la zona!

-Megara… ¿estás preparada?

-¡Lo estoy!

-¡Empecemos!

Tiene comienzo así el ritual, todo parece ir bien de momento, a pesar de que Pablo ha descuidado por completo la vigilancia del exterior del círculo… Al menos eso parece…

-¡Megara! ¡Está aquí! No te alejes de mí.

-¡Tened mucho cuidado!

-¡Lucía aquí hay alguien más! ¡Hemos atraído más almas!

-No puedo moverme… Me falta el aire…

De repente Lucía comienza a levitar involuntariamente mientras trata de soltarse ya que no puede moverse…

-¡Pablo rápido! ¡Nayara debe comenzar con el exorcismo! ¡Yo protegeré a Megara si es necesario!

-¡No confío en ti Fausto! ¡No permitiré que te acerques a Megara!

-¡Pablo tu hermana morirá asfixiada si no hacemos algo ya!

-¡Nayara comienza con el exorcismo! Yo vigilaré a Fausto.

– Bien, Megara no te alejes.

Gracias al circulo de cristales Megara podrá eliminar rápidamente a el fantasma que está atacando a Lucía… Pero para su desgracia, el ataque a Lucía no era más que una distracción.

Mientras Fausto y Pablo pierden su tiempo observándose mutuamente Megara se siente la necesidad de ir al bosque por lo que se está alejando cada vez más de sus compañeros, llegando a una casa abandonada.

-¿Dónde estoy? ¿qué hago en este lugar?

-Bienvenida Luna.

-¿Eres tú otra vez?(dice Megara con la voz entrecortada mostrando su miedo).

-¿Acaso no quieres verme preciosa?

Se puede ver claramente al fantasma, incluso parece estar materializado, aunque por suerte no es así.

-¡Oh tienes razón! Soy muy maleducado Luna, ni siquiera te he dicho como llamarme… Puedes llamarme cariño y bueno si te da vergüenza… Llámame Lucas.

-¿Lucas? ¡Deja de llamarme Luna! ¿Qué es lo que quieres de mi?

-Mmmm si te lo digo ahora perdería la gracia… Ven, demos un largo paseo…

-¡No quiero! ¡No te acerques!

Megara sintió como si alguien la agarrase de pies y manos, no podía dar un solo paso, estaba completamente inmovilizada, llorando, y entonces en ese momento…

-¡No te acerques a ella!

Dafne aparece en escena con una espada a su espalda y algunos trozos de papel y se coloca junto a Megara.

-¿Megara estás bien?

-Eso creo…

-¡Dafne! ¿¡qué haces aquí maldita zorra!?

-¡Ayudar a mi hermana! ¡No voy a permitir que le toques un pelo!

-¡No vas a volver a sellarme! Esto es un hasta luego por ahora… A ver como te las apañas con los amigos de tu hermana… Si no recuerdo mal están en apuros… Hasta pronto Luna.(desaparece)

-Megara vamos, tengo que sacarte de aquí, luego te explicaré todo…

-¡Dafne tienes que rescatar a mis amigos!

-Pero… Megara…

-¡Iré sola entonces! No me marcharé sin ellos.

-Por más vidas que pasen nunca cambiarás ¿eh? Vamos a ayudarles.

Corren a toda prisa al lugar donde se encuentran los compañeros de Megara.

Una vez allí Dafne libera a Pablo y Nayara que también estaban siendo atacados por otros fantasmas.Entonces alza la vista hacia Lucía que aún sigue levitando pero gracias a Fausto puede respirar, de manera dificultosa, pero sigue teniendo oxigeno.

-¡Fausto! Hacía mucho que no te veía… Aún sigues cuidando de ella ¿eh?

-¡Dafne! Suerte que llegaste… Nayara es exorcista podrá ocuparse de Lucía , la chica “voladora”… El problema es que hay demasiados fantasmas atacandonos…

-Yo me ocupo no te preocupes… Por descarte supongo que eres la exorcista ¿no es así? ¿Puedes realizar el exorcismo?

-Si, continuaré con el exorcismo.

-¡Genial! Oye el chico, no se tu nombre pero sé que puedes ver fantasmas… ¿Es así?

-(asiente) Me llamo Pablo.. ¿Cómo lo sabes?

-No hay tiempo para explicaciones… Toma esta espada y atraviesa todos los que puedas, es una espada sagrada, hará que descansen en paz.

-De acuerdo.

-Megara, usa este arco, tiene el mismo poder que la espada, te lo dejo a ti ya que eres la que mejor lo maneja…

-Y… ¿Qué harás tú?

-Sellaré a los más molestos, os lo explicaré luego, ahora estad alerta, ¡están aquí!

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