Te dedico este amanecer,
al sol de loto expandiendo sus pétalos a través de las ondas del cielo,
el primer canto de los pájaros cuando rompen el cascarón del silencio,
bautizo a las flores silvestres con tu nombre.
Te dedico este anochecer, el despuntar de las estrellas en el cielo,
gotas de rocío en las hojas de la noche,
te dedico la primera predicción de la lechuza,
el despertar de mis sueños tras quebrar los muros del insomnio,
bautizo con tu nombre a la sombras de los árboles.
En este día las nubes transmutan su luz en la lluvia
que porta la bendición del relámpago,
los pájaros se vuelven besos del cielo sobre la piel,
se abre un nido en el pecho para que descansen las alas de la tarde
y un ave se posa en tus hombros como divina señal.
En esta noche dedicada el cielo cierra nuestros ojos
con la melodía del tiempo
el sol como un gusano sueña y en su sueño
se despierta una y otra vez dentro de su capullo de fuego
para seguir soñando que en la otra vida tendrá rostro dorado
y alas de trueno.
Te dedico este día mi amor, con su cara de niño,
de joven, de adulto y de viejo.
A esta noche con su cuerda de vientos y su blanca pelota,
con su labial y abanico plateados,
con su hija la luna y su frente arrugada.
Te lo doy por completo este día,
como un ser único en la eternidad
mientras intento inmortalizarlo
como una hoja seca en el libro de la vida,
mientras te beso y te canto como un fantasma,
ahora que la luz se ha reflejado en el espejo vacío del presente.
Impactos: 1