año internacional de las legumbres

−¡Otra vez lentejas!, mamá.
−Sí hijo, porque estamos en el año internacional de las legumbres.
−Pero, eso no significa que todo el tiempo comamos puros frijoles, alubias, garbanzos.
−Pero así estamos actualizados, para tener plática con mis amigas del salón de belleza, a las que les pongo las uñas postizas. Te voy a leer lo que dice el wiki: Las legumbres constituyen un grupo de alimentos muy homogéneo, desarrollados a partir del gineceo, de un solo carpelo y que se abre tanto por la sutura ventral como por el nervio dorsal, en dos valvas y con las semillas en una hilera ventral.
−No entendí nada, pero, tú siempre con lo mismo. Esa idea tuya de estar con personas que no son de nuestro estatus social.

El sábado en la noche, afuera de una casa en donde están estacionadas muchas camionetas último modelo, llega la señora Lola mirándose a cada rato sus uñas decoradas con demasiadas piedrecitas de colores, contrastantes con unos aretes imitación perlas, engarzados sobre una aleación un poco descolorida. La recibe en la puerta un señor con una lista en la mano.
−Lo siento señora, ustedes no están en la lista de invitados.
−Claro que sí, la señora de la casa es mi amiga, yo le pongo las uñas postizas todo el tiempo y me dijo de la fiesta. Llámela y verá.
−Lo siento, no puedo hacer eso. Le pido de la manera más atenta que se retire. Dejé pasar a las personas que traen invitación, por favor.

En el salón de belleza.
−Lolita, te voy a decir cuales uñas quiero ahora, murió mi cuñada y va a ir toda la familia al velorio.
−¡No me diga! Yo la conocí, venía aquí, lo siento mucho, voy a ir un rato a la funeraria. Espero que allá nos veamos.
−No te preocupes, la funeraria está lejos de aquí, con tus condolencias es suficiente. Mira, quiero estás uñas.

En la casa de Lola.
−Qué te pasa mamá te he visto muy decaída estos días.
−No lo sé, en el salón todas las señoras me hablan muy bien, pero cuando quiero ir a sus casas, o a un evento de ellas, me dicen muy sutilmente que no. He hecho todo para que me consideren su amiga, las escucho, me porto buena onda con ellas, les doy un regalo el día de su cumpleaños; además, tú vas en escuela particular, aunque con beca; estamos pagando una renta un poco cara, pero estamos en esta zona; yo leo libros, estoy actualizada más que muchas de ellas. Ya vendí el terreno que me dejó mi papá de herencia y me he comprado ropa cara, bolsas, voy a conciertos, obras de teatro. Estudié media carrera, aunque la tuve que dejar porque me embaracé. No sé que más puedo hacer.
−Yo lo veo muy claro, a mi me pasa lo mismo en la escuela, pero, no me importa. Mira, te voy a leer lo que escribió Leticia en Arroba textos, se relaciona con lo que estás diciendo:
Sólo hay un aprieto más grande que quedarse sin gasolina en una gran avenida, explicarle a un niño el estatus social, aunque no lo necesita; en el calostro van las letras que lo forman.
El mundo niega que tenga ciertas leyes infiltradas circulando por todos lados.
Nadie intenta violarlas, porque nadie sabe que existen.
Pero todos las alimentan, cuando aparecen muecas de sonrisas intempestivas y se cambia de conversación.
La discriminación apócrifa, afirma el mundo, es solo tema de cursis telenovelas con finales felices, no de bien planeadas estrategias para algo…
No os estiméis en más de lo que conviene, tened mas bien una sobria estima según la medida de la fe.
−Hijo, no entendí nada.
−Al rato te lo explico.
Fin

Impactos: 3