De vuelta al Mar

Quiero ser árbol, quiero ser caballo, quiero con la brisa despertar.

La voz del océano al final me llama con su aliento cargado de sal.

Nací siendo niño del valle y un buen día la mar me invitó a en la arena dibujar mis pasos y mi tes curtir al sol.

Quiero ser duna y caracola, volver a tus aguas probar, sumergirme en tu cuerpo y en otras costas, y a la deriva despertar.

Tierno y joven te conocí, contigo mis primeros pasos tomé y en tus tierras aprendí, acerca del difícil sabor de la libertad.

Sólo exploré tus olvidados senderos y sin buscarlo tu costa encontré, de bugambilias y mangos tu esencia, húmedo y ruidoso tu amanecer.

Renuente me llevaron ante ti, tierra que no es mujer; pero como a una te llegue a amar, como a una te fui a perder.

Cuando lúgubre se tornaron tus días, horrible vi mi tiempo de partir.

Ya nunca quise dejar tus aguas y en ellas vacié mi fe, fe que para siempre vi perdida, pérdida a la que mis lágrimas regalé. Fácil rodaron éstas por mis mejillas y como esteros su caudal en tu todo por siempre verteré.

Hoy que siento mis últimos días venir y pasar, con la inevitable marea, mañana a ti deseo volver, quiero ser árbol, quiero ser caballo, para frente a tus costas dormir y al fin morir de pie.

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