Debajo de la cama y de los ojos se guardan los vitrales que me enseñaron el amor;
esferas de lluvia, llanto y sal y lamentos de un aire lejano, la colección de edades en el cuerpo de una rosa.
Debajo de la cama duermen al gato agonías de cristales muertos,
cenizas de lágrimas,
esa imagen tuya cansada de verme por primera vez;
apenas una espina oculta en la piel de la arena, apenas una pequeña esfinge frente a los abismos de la aurora.
¿ Cómo era yo entonces, detrás de tus ojos, del laberinto y las almohadas?
¿ Cómo eran desde tu voz mis pupilas desnudas, y las tumbas abiertas del tiempo?
Cuéntame como era yo en aquellas luces, si existía en mí algún atisbo de briosos faros
antes de perderme en el ocaso de la espuma.
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