-Pronto, pronto, ya es tarde, vamos al horizonte
Para atrapar al menos algún oblicuo rayo. Charles Baudelaire , Puesta de Sol Romántica
Ven mi amor, corramos tras el sol que ya abandona al día
y va hacia su tumba de mármol allá en el cielo.
Los ángeles preparan la libación para el gran astro
y el firmamento abre sus entrañas
en espera del espíritu que ha de alumbrar sus raíces
y egendrar nuevas semillas de resplandor en su oscura tierra.
Ya se mi amor, corramos tras él,
se va a soñar el sueño de la humanidad y deja sólo y frío al día
en los caminos de la noche como a un niño envuelto en el ropaje de las piedras.
Volverá mi amor? Nunca existe tal certeza, pero lo esperamos aunque vuelva como un fantasma
como un eco infinito de los días pasados, como la sombra del tiempo que aún arrastra su silueta
de arena en el desierto de la vida.
Ven mi amor, corramos a atrapar sus rayos como una cadena
que nos apriete al cuello el aliento de vida
o prefieres con ellos subir a la montaña de su horizonte
hasta el cementerio nocturno que comienza a mostrar sus lápidas.
Corramos a atrapar sus rayos con la mirada como quien consigue reservas de luz
para enterrar al día, como la luz del agua que ciñe la isla de un ojo, tu ojo
y mi ojo pactando entre las olas de la noche el regreso de un nuevo amanecer.
Corramos antes que la oscuridad le muestre su rostro al espejo del mundo
y tengamos que invocar sus cenizas de rey que no dejó herederos.
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