Mira muerte, mira mi vida,
que ironía, las dos juntas,
y, sin embargo muy diferentes,
la vida: amor, luz y alegría.
La muerte: odio, obscuridad, destrucción,
mira mi vida, mira a mi muerte,
el hijo del hombre yace en la cruz,
ha clavado en ella mi propia muerte.
Ha resucitado a la luz,
yo también resucitaré con ÉL,
por amor, para siempre,
Jesús, mi amigo, mi hermano.
Me duele verte clavado en tú cruz,
déjame resucitar a la luz,
quiero dar muerte al fracaso,
dando amor a mis hermanos.
Déjame salir de mi error,
quiero sentir que me haz perdonado,
dame la hermosa oportunidad,
de vivir por siempre en tus brazos.
Jorge Díaz Duarte.
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