La savia, la sangre, el ritmo.
Reflejo en el ojo de un águila muerta: grilletes de papel multicolor que se deshacen en millones de manos,
pensamiento furtivo, inasible, distraído por sí mismo,
una cuchilla de metal oxidado cortando rostros de cartón
un rostro que escucha
nombres por marcas,
eternidad por oquedad
fe por ilusiones
la luna por su holograma
tu sonrisa por la sonrisa del Dios falso
muros roídos por los gusanos
picoteados por los pájaros
comuniones con cerveza, comida chatarra y comerciales.
Ponte esta soga al cuello que quiero ser tu dueño
¿Porqué?
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