−Mamá, tengo que hacer un dibujo y un escrito para el día mundial de las aves migratorias.
−Pues adelante, ¿tienes pinturas y cartulina?
−Sí, lo que no tengo es información.
−Pues, ¡búscala en google!
−¡No esa información!, eso ya lo sé. Sino lo que piensa el Albatros, lo que siente al atravesar el mar, si se siente triste de dejar su lugar e irse a otro lado, si le gusta haber sido ave migratoria.
−¡Hijo, las aves no piensan, no tienen conciencia de esos sentimientos y emociones como nosotros!
−Míralos, mamá, en esta foto; ve su vuelo en este video. Y, me pregunto, ¡para qué quieren un día mundial?
-Para que hagas tu dibujo y escrito.
Ya en la noche Pablito le presenta su dibujo y escrito a Diana, su mamá.
−Te lo leo: “Pobrecitos albatros, algún día los extinguiremos, y me pone triste. Me hubiera gustado ser albatros, vuelan como aviones, me gustan los aviones, seré piloto. Dice mi mamá que no piensan, ni sienten como nosotros. Aunque no piensen, ni sientan como nosotros yo los quiero, y los voy a defender. Me gusta la frase que dice “Aves del cielo, bendecid al Señor.” ¿Te gustó mamá?
−Perdón, no te escuché, estaba contestando este mensaje.
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