Si Agatha y Sir Arthur con sus capacidades deductivas hubieran estado en la convención del sobrecalentamiento global, se podría haber aplazado la fecha del fin del mundo.
Deducirían que este hecho debía producirlo millones de fuentes, que tendría que liberar energía no controlada a gran escala, y que sería algo que se nos ha pasado desapercibido.
No se hubieran puesto de acuerdo Doyle y Christi. Ella hubiera dicho que es el sentimiento de culpa y el otro que la frustración. Da igual, al que podría solucionarlo, ya lo matamos, ¿verdad, Nietzsche?
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