Écfrasis de un cartón de Ahumada*
Escena del crimen dibujada en blanco y negro,
algo terrible aconteció en inmaculado recinto,
macabra sensación produce el ambiente,
toda esperanza parece haber muerto para un país.
La venda de la víctima tirada en el suelo,
pobre ella que ahora verá la amarga realidad,
advirtiendo lo mucho que ha fallado,
querrá ser ciega por primera vez en su historia.
Espada de cobre, carente de filo desde hace años,
sin manchas de sangre, espejismo de ser inmaculada.
No opuso resistencia, debe haberse rendido,
sabedora de sus atropellos se dejó secuestrar.
Yace en el piso una báscula, rota e inservible,
quizá dejada como pista de su paradero,
como testimonio de su existencia,
o como augurio para quien se atreva a suplirla.
Secuestro que se pintará con carboncillo de duelo,
la victima somos todos y nos afectará lo que le hagan,
si abusan de ella la culpa será por siempre nuestra,
que fuimos cómplices y testigos del crimen.
Conocemos los rostros de quienes la plagiaron,
los autores intelectuales nos ven desde arriba,
estancan el caso para que permee el olvido;
en la tierra de nadie no existe la resolución.
*Publicado en LaJornada el 25/01/2013
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