Sus ojos penetrando el alma,
a miles de segundos de distancia.
En ese oscuro mar me reencontré,
vi la fuerza del ser
y la fragilidad de la vida.
Un océano de experiencia
en un cuerpo de playa;
su mirada contaba los viajes,
los soles conocidos,
las lunas soñadas,
un pasado ajeno.
Composición
De la mano de su mirada,
llegó el cuarto regalo: la imagen.
Trazos ligeros en papel
dibujando sentires,
pinceladas traviesas
haciendo mezclas imposibles,
reflejando momentos del alma.
El arte que salía de sus manos
más que memoria,
trajo otra forma de ver,
otros ojos caminantes.
Presente número cinco:
la escritura a cuatro manos.
Dos pasiones regando tinta,
armando versos,
tejiendo besos,
realidad virtual,
velo de la distancia.
Dos almas creando poesía
en instantes.
La creación.
El cielo capturado en su mirada,
infinito nocturno,
el sexto regalo.
Y al fin,
el eterno presente,
el número siete:
una vista a su aura.
El acto,
unión de espíritus
un espiral ascendente
de colores sin experimentar,
dentro del universo,
brillo estelar acompañando el descenso…
Explosión.
Otro universo creado.
¿Magia?
¿Metafísica?
…
III
El tiempo
Sin retorno
abre el paso lineal.
Un viaje
con su ausencia.
Aprender otra vez
a ser, a andar,
solo con el recuerdo de su mirada,
de siete regalos,
de proyecciones.
Impactos: 2