−Señorita Rut, ¡o se opera, o toda la vida va a vivir con ese dolor! Se lo advierto –le dice el doctor, pasándose una mano por el cabello, y pegando con el bolígrafo en el escritorio, con la otra.
−No puedo, tengo que ahorrar para ir a conocer las mejores obras de arte de los principales museos de Europa. Esa era la ilusión de mi mamá, pero nunca pudo ir porque tuvo que trabajar desde muy chica para mantenerme.
30 años después.
Al llegar a su casa Rut, desata la cadena oxidada que rodea la reja descolorida de su despintada casa; come unas tortillas duras y frías con una latita de sardinas de oferta, se sirve agua en su taza despostillada para tomar el analgésico de siempre; no se ve algún aparato electrónico. Solo hay dos cuadros, una foto en blanco y negro de ella con su mamá, y la otra una sentencia que dice: “Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la construyen. Si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigila la guardia (Sal 127).” Saca del viejo librero una serie de cromos de arte, bastante maltratados, que es lo único que da color al ambiente húmedo y frío; lo ojea, sonríe y se dispone a empacar la deslavada ropa que tiene, y se dice a sí misma: “Por fin mañana parto para Europa a ver en directo las obras de arte que siempre he deseado ver, Da Vinci, Miguel Ángel, Francisco de Goya, Diego Velázquez, y más, ¡las auténticas!”
Cuando llega al Museo de Louvre y va a la sala de las obras de Leonardo Da Vinci, hay un letrero que dice: Exposición en México, cuando va al Museo del Prado a ver las obras de Francisco de Goya, Diego Velázquez, dice un letrero algo semejante, y en el Vaticano, igual.
Sale y se sienta en frente de la Fuente de Trevi, llega una pareja y le hacen conversación.
−Perdone, ¿es usted mexicana?, es que queremos practicar el español, nos acabamos de casar y vamos a ir a su país de luna de miel. Nos gusta mucho su arte. ¿Cómo se llama usted?
−Rutinia, y vengo del Distrito Federal, −ella ni siquiera voltea a verlos.
− ¡Al lugar donde llevaron las obras de arte más importantes de nuestro continente, por el intercambio cultural 2019, promovido por la UNESCO!, ¿sabía que terminó hoy?, mañana parten de regreso.
−Mañana sale mi vuelo para México.
Fin
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