Somos quien te controla mediante pantallas y la palabra demagógica. Somos esa minoría selecta, un puñado que representa a millones que inconscientes cambian joyas a cambio de espejismos.
No te fijes en que tus mercados están manipulados no por la oferta y la demanda sino por la oligarquía que con desdén te ve desde arriba. Tu preocúpate por llevar pan a la mesa y pagar la renta. Atomízate, teme y odia y codicia y envidia.
Te damos a comer la moral social que nos conviene, pero también te damos pornografía. Vive para consumir y trabaja para que tu familia pueda consumir más. Consume ante todo. El conocimiento ponlo después.
Olvídate de participar, nosotros lo hacemos por ti. Confórmate. No seas filósofo. No pienses demás. No seas un humanista, olvídate de la cultura. Se ese hombre-masa tan amigo de la monarquía constitucional, oh tan clientelista, oh tan paternalista cómo la nuestra.
Recuerda tu dimensión temporal y frágil y renuncia a tu determinación de lucha. Después de todo de eso depende todo nuestro poder.
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