Abarca la vista, un paisaje desierto. Deja de explorar las entrañas de la sociedad, dedícate a explorar tu interior, y aun cuando te des cuenta de que las criaturas te han absorbido, y miras dentro de ti, y es un reflejo de lo que ves allá afuera. Recapacita, no retrocedas, pero ten en cuenta, las ideas van y viene, los comportamientos se vuelven etapas, las visiones terminan siendo borrosas. Y al despertar, no hay desierto, se vuelve mar… un mar de personas con la misma visión que tu, personas tragadas por lobos. Cerdos buscando entre los pedazos algo que comer. Cerdos y Lobos, devorando todo a su paso.
Así que, deja de explorarte, deja de buscarte, no serás un lobo o un cerdo, serás una presa. Siempre una presa. Solo queda saber, la resistencia a sus mordidas, a su influencia, pero al final, siempre caerás, por miedo a quedarte solo.
¡Date cuenta! ¡Por fin date cuenta! Las personas no somos tan puras, las bestias no son tan malas, cada quien hace su labor, el de nosotros no es precisamente defendernos, pero existen las ganas de hacerlo, peor aun, jamás lo logramos. Intenta, por una noche, dormir sin pensar, en aquel pasaje desolado, en aquellas brasas de tierra, esquiva algunas mordidas, intenta sobrevivir y deja el mensaje… Tú eres diferente, tú luchaste por serlo y te ganaste tu lugar, antes de ser tragado… lo fuiste, todos somos testigos, maldito extraño, pero fuiste diferente…
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