Oh la Navidad, tiempo de ver atrás. Para muchos es tiempo de reflexión. Cuando hacemos eso, sin embargo, muchos tendemos a juzgarnos a nosotros mismos. Miramos atrás y siempre encontramos cosas que pudimos haber hecho mejor.
Por supuesto siempre pudimos hacer algo mejor, ser algo mejor.
Pero si te miras al espejo y te flagelas con lo que has o no alcanzado, estás mirando la sombra sabia del espejo. Mas si te miras al espejo y piensas que aunque pudiste haber hecho algo mejor, te das cuenta que este año puliste un poco más tus habilidades y pones tu atención en la forma en la que evolucionaste, tus ojos reflejarán una luz y una sonrisa. Entonces estarás viendo el reflejo de un futuro brillante, un reflejo positivo que iluminará a otros, y tu mundo será más luminoso.
La perfección no existe, nadie es perfecto ni nadie lo será. Nadie sabe todo lo que hay que saber. Nadie pasa por la vida sin cometer errores, sin sentirse decepcionado, sin perder valioso tiempo, valioso arte (porque este año aprendí que el tiempo es arte, no dinero)
Con todo el tiempo, el dinero y el conocimiento del mundo, aún cometerías errores. Harías cosas que pudiste haber hecho mejor, dirías cosas estúpidas y harías cosas estúpidas y los obstáculos seguirían ahí. Seguirías comparándote con alguién más, seguirías deseando ser alguien más. Pero la verdad, es que no sabes que es lo que implica ser alguien más. Sólo se sabe lo que implica ser uno mismo, y hay que celebrarlo. Hay que celebrarte a TI. Al celebrarte a ti estarás celebrando a todo lo que existe. Este universo es infinito en todas las direcciones, por lo que cualquier punto puede ser su centro. Tu puedes ser y de hecho eres el centro del universo. Hay que sentirse dichoso por estar vivo y simplemente ser. En tu piel y en el interior de tu cuerpo hay más bacterias que lo que hay seres humanos en todo el planeta. Eres un universo en sí mismo y tienes que celebrarlo.
Hay que tomarse una pausa por unos cuantos minutos y sentirse bien, grandioso, acerca de uno mismo. Acerca de lo que has amado, de lo que has visto, oido y sentido. Acerca de lo que aprendiste, de lo que hiciste y de lo que puedes hacer. Acerca de ese pequeño poema o historia que hizo que una persona en otra parte del mundo se sintiera mejor, porque tu lo escribiste…Espero que esta carta haga lo mismo. Desde el corazón, aquí vienen las palabras especiales: Feliz Navidad 2015
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