Lo que fue un río hoy es un camino seco en la meditación de mi tristeza,
los espacios internos reciben el aliento del recuerdo, emergen, se reconstruyen
estatuas de bronce, se fecundan, broncean mis anhelos, se desvanecen.
Lo que fue un río hoy es ruta a la polvorienta orilla del deseo.
Medito en mi tristeza, siento el gotear de mis ojos al humeder mis pies
y sembrar ante mí un bosque de raíces de agua.
Medito en y junto a ella, noble es la tristeza en darme senderos donde ausentarme
como ese árbol nocturno que generoso toma entre sus ramas mi pena para hacerla florecer.
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