La liebre y el coyote
Había una vez, una liebre saltando por el campo
A las mariposas estaba contemplando
Cuando de pronto
Un coyote la sorprendió y entre sus garras la atrapo
¡Serás mi manjar del día! dijo el coyote
Rápida, la liebre pensó y al coyote le contesto
Sí, me comerás,¡ ah pero déjame decirte!
He escuchado decir que.
“Las liebres somos más deliciosas acompañadas con tortillas calientitas recién salidas del comal”
Déjame ir a conseguirte algunas
Mira en aquel rancho cercano, allí merito de seguro hay
El coyote imaginando deleitarla en un taco aflojo sus garras y rápido la liebre salto y en loca carrera se alejo
No sin antes gritarle al coyote, espérame ahí sentado ya regreso, no te muevas eh
El coyote obediente, espero y espero dieron la 1 las 2 las 3 las 5 las 6 y la liebre no regreso
Muy hambriento y enojado grita, ¡condenada liebre te me has escapado!
Te encontrare y te despedazare, olfateando sus huellas emprende su búsqueda
Las huellas lo conducen a un río rodeado de matorrales y que llevan al rancho, con cautela avanza escondiéndose entre los matorrales y va el coyote acercándose, cuando de pronto, descubre a la liebre a la orilla del río.
Entretanto la liebre muy divertida, observa el reflejo de la luna en el río y juega a mover el agua con su patita y ver como la luna se rompe fraccionándose en muchas partes y volverse a formar cuando el agua deja de moverse,
Sigiloso el coyote se le va acercando y de un salto la agarra fuerte no sea que se le fuera a escapar –diciéndole- Me engañaste malvada liebre, ahora sí que te devorare y destazare la liebre fingiendo alegría le contesta, querido coyote que bueno que has llegado, fíjate que cuando llegue al rancho las tortillas se habían terminado y espere a que la señora de la casa hiciera más, en eso, sobre la mesa descubrí un delicioso queso que robe para ti, me apresuraba a llevártelo, cuando en mi loca carrera me tropecé y el queso salto de mis mano y se cayó al rio, estaba pensando cómo sacarlo cuando tu llegaste, yo no sé nadar pero tu si míralo ahí esta corre por el antes de que se lo lleve la corriente
El coyote hambriento cree ver un queso en medio del rio y sin más se lanza al agua, recibiendo una fuerte trompada con las piedras que se encuentran en medio del rio,
Aturdido el coyote por tremendo golpe se queda sentado y adolorido viendo otra vez alejarse a la liebre de entre sus fauces.
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