Por Jorge G. Zarza Spíritu
Después de una agradable noche de relatos, historias y cuentos entre varios amigos reunidos en torno a una cálida fogata, el último Cuento contado hizo una aseveración con gran satisfacción:
—Yo soy un Cuento que haré historia.
Sorprendida la Historia, se apresuró a replicar:
—Yo soy Historia y no me comparo con un cuento —molesta por la presunción del Cuento.
—¿Historia?, en cuanto eres oficial, eres sólo una ficción —se atrevió a señalar el Cuento sin medir las consecuencias—, tú eres más ficción que historia —continúo diciendo, pero en ese momento supo que estaba sentenciado a quedar en el olvido si así lo determinaba la historia—, aunque en descargo tuyo —queriendo componer en lo posible su precaria situación—, no te culpo, porque a mí me cuentan y a ti te inventan; espero que entiendas que tampoco es mi culpa que la gente me cuente, aunque no sepa la historia.
—Un momento —intervino la Ficción, que al verse mencionada se sintió involucrada— , que yo no soy historia ni cuento, soy producto de la imaginación, y no de la memoria como la historia, ni del relato sin fundamento como es el Cuento.
—¿Cuento?, ¿cuál crees que es la diferencia entre tú y yo? —se apresuró a preguntar, ya enojada la Historia, sin hacer caso del argumento de la Ficción.
—Yo soy corto, concreto y siempre dejo una moraleja o un conocimiento —justificando su existencia le respondió el Cuento.
̶ ¿Y yo? —intervino la Ficción—, que siempre he sido ignorada por la Historia, que soy la máxima expresión del talento humano, digan si no: todo relato crea en la mente una imagen y una metáfora en la gente más inteligente; recuerden: sujeto- deseo – objeto -palabra-imagen-metáfora.
—En cambio en mí —replicó la Historia—, se han reunido: los hechos, las versiones, los actores y los tiempos; por investigadores con motivos, métodos y talentos. Y hasta la vista Cuento, que si no te incluyo en mi argumento, serás historia y no cuento.
Y para no hacer más largo el relato de la fábula entre la Ficción, la Historia y el Cuento, aquí les dejo este argumento: Que si no lees libros, te convertirás en un… (jumento), una persona que no podrá contar fabulas, historias ni cuentos.
Impactos: 2