Estimado lector. Cuidado con los adverbios. Pueden diluir o repetir el significado del verbo. En esta entrega # 3 de la serie 50 Herramientas Que Pueden Mejorar Tu Escritura hablaremos del uso de los adverbios.
Los autores de las aventuras ya clásicas Tom Swift adoraban el uso de adverbios y los signos de exclamación:
“Mira!” exclamó abruptamente Ned. “Ahí está el agente ahora! … Voy a ir a hablarle!” declaró Ned impulsivamente .
Este estilo peculiar de escritura recibe por nombre en estados unidos “estilo Tom Swiftie,” donde el adverbio transmite el golpe de la oración. Es decir son adverbios que buscan intensificar el significado del verbo, pero no lo modifica:
“Soy un artista”, dijo fácilmente.
“Necesito pizza ahora” dijo bruscamente.
“Soy la Venus de Milo,” dijo sensualmente.
“Quiero comer” dijo hambrientamente.
“Ven aquí” ordenó tajantemente
“Sigue leyendo” dijo cortésmente
y bueno entiendes la idea.
En el mejor de los casos un adverbio puede darle sabor al verbo o al adjetivo. En el peor, expresan algo que ya está contenido en el verbo:
• “El rayo completamente destruyó la casa”
• “La mujer miró furtivamente a través de los arbsutos”
Veamos que pasa si quitamos los adverbios:
• “El rayo destruyó la casa”
• “La mujer miró a través de los arbsutos”
De esta manera acortamos la frase, la afilamos por así decirlo y tenemos más espacio para que el verbo haga impacto por sí sólo. Por eso es muy importante el uso de los verbos en su forma más fuerte.
Sin embargo los adverbios tienen su lugar en la prosa, pero hay que usarlos con cuidado. Aquí un enlace a una lista de ejemplos de adverbios.
Taller
1. Mira el periódico e identifica las palabras que terminen en “mente”. Si es un adverbio, bórralo con tu pluma y lee la nueva frase en voz alta.
2. Haz lo mismo con tres de tus textos. Identifica y borra los adverbios y decide si la nueva frase es mejor o peor.
3. Lee a través de tus adverbios nuevamente y subraya aquellos que modifican el verbo o al adjetivo y aquellos que sólo lo intensifican.
4. Busca combinaciones de verbos/adverbios débiles que puedan ser transformadas en verbos fuertes: “Él subió rápidamente hasta el techo” puede convertirse en ” Él trepó hasta el techo”
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