En un domingo se encuentran desayunando Rot, el hijo de 15 años, Tony, de 6, y sus papás.
−¡Están tocando, voy a ver quién es!
−Sí hijo, pero no abras. –Cuando regresa, se ve con los ojos abiertos y la respiración agitada.
−Son dos hombres altos vestidos de traje gris y con lentes negros; me dijeron que vienen a hablar con Rot.
−Y, ¿qué les dijiste?
−Que estaba desayunando, y me dijeron que lo esperaban.
−¡Qué querrán!, Rot, ¿qué hiciste? –dice nerviosamente la mamá.
−Lo de siempre mamá, me vienen a dar otro móvil, el modelo del próximo año, 2058, con la nueva tecnología, las nuevas aplicaciones, los nuevos juegos; no se rinden. “…para los reyes, el mundo está muy simplificado. Todos los hombres son súbditos.” Pero, ¡No pueden entender que mi generación no usa esas cosas, más que para lo necesario, tampoco somos retrógradas, ni tontos!
−Pero, ¿por qué vienen contigo? –dice el papá, sin dejar de ver su móvil.
−Porque yo administro una página sobre la Generación AZ, y tanto la página como mi canal tiene millones de visitas, y cada vez somos más. Saben que ya no tienen control sobre nosotros, los nacidos desde 2040. “Si yo ordenara – decía habitualmente (el rey) – si yo ordenara a un general convertirse en ave marina, y si el general no obedeciera, no sería la culpa del general. Sería mi culpa.”
−¿Tu culpa, hermano?
−¡No! Ya no saben cómo convencernos, nos hemos ido de sus manos, no les llenamos sus arcas, porque no consumimos drogas, ni juegos, ni nada que hacía la generación de papá y mamá. No bebemos, ni perdemos el control; todo lo cuestionamos, no nos tatuamos por moda, no oímos su música ordenadora de instrucciones, ni hay manera que los mensajes subliminares nos lleguen; no está garantizada la obediencia. “Porque el rey cuidaba especialmente que su autoridad fuera respetada. No toleraba la desobediencia. Era un monarca absoluto.”
−Veo una brecha generacional con nosotros muy grande, hijo. Y yo pensé que, ¡la de mis padres y abuelos conmigo, que casi nací con el móvil en mis manos, era la mayor de la historia!
−Su generación, mamá, se dejó manipular con drogas, alcohol, música, juegos, comida chatarra, redes sociales descontroladas, pero, nosotros no les hemos dado oportunidad que nos puedan controlar. Por eso están tan interesados en conocernos, en saber qué pensamos, para dar órdenes que vayamos a obedecer. Saben que somos autosustentables, autónomos, no enfermamos nuestro cuerpo, mente. “Majestad… sobre qué reina usted? – Sobre todo – respondió el rey, con una gran simplicidad.” Creo que sobre esta Generación AZ, ya no.
−¡Ten cuidado, hijo, te pueden matar!
−A mí, sí; a toda esta generación, no. En el ambiente ya flotan sus características, su proceder, sus motivaciones. “Os he escrito, jóvenes, porque sois fuertes.” Razonamos, podemos estar en silencio algún rato, podemos parar en juegos, redes sociales; somos una generación unida, nos apoyamos, nos respetamos… me gusta esta generación. “- La autoridad se fundamenta en primer lugar en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, hará la revolución. Yo tengo el derecho de exigir obediencia porque mis órdenes son razonables. Decía Saint Exupery en el capítulo X del Principito… Tony, diles que ya voy, sé que vienen a ofrecerme un puesto. “- Te hago mi embajador – se apresuró a gritar el rey. Tenía un gran aspecto de autoridad. Los adultos son muy extraños, se dijo a sí mismo el principito durante su viaje.”
−Ya se fueron Rot.
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