Es aquí donde escurre el tiempo
aquí donde Jaime se murió de dolor
aquí donde salió el sol sin remedio
la ventura del viejo se perdió
en la lagrima que lamió su cuello,
al derramar el sudor de la muerte.
Los hombres intentaron amordazar a las nubes en vano
y estúpidos apedrearon al viento en la boca, y escupió;
el viento les grito que no hay espera, ni más final que la muerte y calló.
El silencio se tragó sus voces en la nada,
con sus lenguas secas y sus ojos mojados.
-He conocido el dolor en el vientre del diablo y he regresado- .
Porque Juan no besó a Rosa el primer día del verano
Y todo se descompuso desde entonces
El tiempo se echó de reversa y las razones no alcanzaban.
De todo esto no queda nada, una voz rota, una lágrima seca
Y unos ojos ciegos; no son nada.
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