LA NIÑA
Betty era una niña de ojos café claro. con tez apiño nada y su cabello era mu negro haciendo resaltar sus ojos y se peinaba con una trenza arriba de su cabeza en forma de diadema.
En el salón de clases también estaba un niño moreno de ojos muy grandes y con boca gruesa y nariz chata no era gordo ni flaco, un termino medio, ah, pero tenia panza. y siempre le gustaba molestar a la niña porque era muy gorda y bajita de estatura, entonces el le puso apodos y sus compañeros festejaban su burla.
“Pelota” fue el apodo por el cual llamaban a la niña, ella se enojaba y peleaba con todos hasta que un buen día una de sus compañeras le aconsejo que revirtiera las burlas, la niña pensó y pensó.
hasta que un buen día enfrento al niño su compañero de clases que ya la había hartado de tanta burla y delante de todo el grupo lo reto, diciéndole, que comerían todos los días golosinas y comida chatarra hasta terminar el ciclo escolar.
El niño riéndose de ella acepto, no sin antes decir que ella terminaría rodando, la niña enrojeció de coraje pero ya no peleo con el y a partir de aquel dia sus compañeros de clase veían como a la hora del recreo sacaban sus bolsas y paquetes de comida chatarra y golosinas.
el tiempo siguió su curso y ya casi al terminar el ciclo escolar fueron observando como la niña estaba adelgazando y el niño engordando, lo que no habían percatado era que la niña solo llevaba empaques que el niño desechaba, rellenandolos con fruta y vegetales, mientras, el niño abría sus bolsas recién compradas.
La amiga de la niña festejaba su ingenio y burlarse de quien gustaba molestar, el niño, ahora era el centro de sus propias burlas
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