Una vez fue como cualquier otra persona, viviendo su vida de acuerdo con las expectativas de la sociedad y sucumbiendo a la hipnosis del consumismo y el materialismo. Trabajaba muchas horas en un trabajo que odiaba, siempre tratando de mantenerse al día con los vecinos y ganar más dinero para comprar más cosas.
Pero un día, luego de saciar cada capricho material, algo dentro de él se quebró. Despertó y se dio cuenta de que había estado viviendo una vida de desesperación silenciosa, atrapado en el ciclo del deseo y la insatisfacción interminables. Decidió liberarse de la hipnosis de la sociedad y comenzar a vivir la vida en sus propios términos.
Al principio, fue difícil. Tuvo que superar su propio ego y el miedo a lo que los demás pudieran pensar de él. Pero a medida que comenzó a desprenderse de la necesidad constante de validación y aprobación, comenzó a sentir una sensación de liberación y libertad que nunca antes había experimentado. Y a medida que se despojó de las cadenas de su ego, se volvió intrépido para penetrar en el eterno presente.
El hombre que despertó ya no era esclavo de las expectativas de la sociedad, ni siquiera del lenguaje. Era libre de ser él mismo y vivir una vida significativa y satisfactoria. Y estaba agradecido todos los días por la llamada de atención que lo había puesto en este camino de liberación y autodescubrimiento.
Impactos: 5