Lengua relámpago, relames tus colmillos de leche
Descubres tu cuello y presa soy de tu aroma
que se conjuga con los movimientos de un ritmo
que despierta la tierra
El subir y bajar de ese ritual, en el que uno muere y nace
como el rescoldo de una sensación que se propaga por el cuerpo
Despierta la piel, corre más fuerte la sangre
Y al palpitar del ritual, se destilan gotas de lo divino
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