Desvanece tu vestido de noche
observa mientras
la obra en silla de ruedas,
en el poniente sola encuentras,
un documento secreto
en sombras blancas
arriba en la montaña,
todo en el mismo nivel,
y mi mentor,
entona en pena
la melodía del homicida,
¡Cuestión de honor!
¿Cómo nombrarlo en mi sueño?
¿Oscuridad total?
Como mil vientos apocalípticos,
¡Ausencia de mar!
¿Estoy aquí?
Luz roja pardea…
Sueña tranquila
el drama de la creación,
¡Oh! Déjame sólo
con ésta desterrada
canción invernal,
obsequio de la noche
en mi habitación de lunas,
mientras recordamos jamás
nuestro amor azuletílicoescarlata,
en la ribera aquella del sol…
donde felices eran todos…
soñando con pieles de dragón…
finisterrax@hotmail.com
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