Mi vida se resume a un grano que se siembra en tu piel,
tu piel de tierra por la que viajo cual gusano
con las ansias de llegar a las brasas de tu corazón.
Tu piel de cuerdas por las que mis manos viajan también
hasta palpar el frío metal de las estrellas que martilla la luna
dándole forma a la noche, hasta que mis dedos se sumergen
en el polvo de los astros y mis ojos en los mares de la luna.
Mi vida se resume a vagar cual diente de león por los campos de tu rostro,
en el que toda la brisa y verdor de la vida se fusionan en un solo sonido,
en el que las voces de animales vuelan un único coro.
El sólo afán de mis ojos es el de fotografiar cada instante en el que tu cuerpo
de luz se funde con el silencio del sol en el eterno viaje de sus rayos.
No conozco otra necesidad que la de ser un rumor que se gesta en tus fluidos
hasta nacer en la caverna de tu boca, como un piedra, un diente, una flor,
hasta que me escupas a la diáfana vida.
No reconozco ya al mundo que en el cada momento se desintegra ante mis ojos galácticos,
ya mis oídos han sellado sus corpuertas ante el constante gotear de la vida
que sin sentido reproduce su música.
Sólo puedo ver al sol que se despierta por tu rostro y escuchar el canto de tu piel,
que eleva su sudor hasta la lluvia de lejanas galaxias.
Habito en ti, en tu vacío, como una sola estrella de vaga por el cielo,
por el cielo nocturno de tu nirada buscando su manto y refugio
en el terciopelo de las pestañas.
Me he desterrado del mundo de papel, de sus días, de sus noches
que alguna mano misteriosa recicla y quema.
Todo para habitar en tu planeta, silencioso planeta de relojes enterrados como ciudades en ruina.
He limitado mi hambre y mi sed a tus besos de río y pan de peces y a las rocas de luz de sol
que pesco de tu voz , donde la quietud de la existencia se refleja.
He limitado mis pasos a tu cama por donde me paseo como una reina
con su corona de hojas de luna y la sombra de un manso tigre.
Tú y tu cama, sábanas aladas, morada de invisibles dioses que me hacen desconocerme
y me disuelven en tu imagen, espejo que se rompe con el puñetazo de un grito,
alfombra mágica hacia el fin del mundo y el descanso del tiempo.
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