La Torre de Babel reaparece con cada hormona adolescente que despierta. Hay más vacunas contra la adultez que contra el sarampión.
Sabemos donde hay adolescentes porque se oyen ipods multifuncionales reproduciendo canciones con sonsonetes de ritmo evasivo. Se les ve estrenando sensaciones nuevas incrustadas de frustraciones repetidas. Les diagnostican asmas juveniles contagiosas por respirar discurso morales enrarecidos.
Son como Tortuguitas con aire de autosuficiencia, pocos se dejan atrapar por los refranes para llegar a salvo al mar. No lo saben, la ignorancia no se los dijo, el perdedor será Bocatto di cardinale para alguien.
Los jóvenes saben que en mercado libre.com pueden comprar de todo: El miedo de los adultos a enfrentarlos, las razones para sa- lirse con la suya. En la sección de descuido, exceso de trabajo, o amantes, en padres.com
No hay algo que estos no puedan saber, investigar, cuestionar; ni algo que no puedan desactivar, descifrar, jaquear. Todo lo puede aprender esta generación, menos… aburrirse.
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