Un amor raptado en el circo,
convertido en muñeco de cera sobre la rueda del apuntador,
amor doblado de cautelas para la manzana y sus semillas podridas
amor más que oculto en secuestrados pantalones de payasos,
y entre puertas, arcoíris que se arrastran en falsas, acorraladas plumas,
amor y palomas en las ventanas de una carpa; son las sombras que me observan
desde un cuervo rojo en un mandala de canciones.
Un amor conejo tan tenor que no cabe en el sombrero donde mi espanto le canta a domir.
Juegos de hipnosis y rondas de niños sobre potros con miradas en cilíndricos trapecios
hacia el show de las varitas mágicas, son todo un conjunto de espejos maquillados , silenciosos ,
y capturados detrás del lavamanos.
Amor y sombreros, plumas manchadas de conejos heridos y una estrella humillada
sobre las aguas de los cálices, son los nuevos artilugios disfrazados y sonrientes
dentro las esferas espectrales de una discoteca, las inéditas apariciones que doblegan el dormir,
y acorralan a las rosas que envueltas en estrellas esperan con zozobra las tenues brisas de claridad.
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