Un lunes es lo que tengo, una semilla de semana. Un lunes, verdes horas adentro del corazón, una palabra entre las risas y los ojos de una mariposa que sueña en su crisálida. Un lunes con el pecho abierto como un ciervo con los ojos del miedo, y un café, recuerdos que se consumen como pájaros ante la ventana del porvenir, ecos de un árbol, una flor de almanaques, y un canto, un presagio de ti en cada mañana que las lunas nuevas han sembrado en mi jardín desde 1987. 34 años como un arcoíris repetido hasta la saciedad para alcanzar la luz., un sentimiento atribulado. Y aún me falta algo: una gota de tu sangre, lágrima de tu corazón, el aullido de tu piel para incubarla adentro, una palabra de tus ojos sobre mi frente, un beso de tu temor, tú, tú, tú y habré terminado. |
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