Naufrago en los ojos de la humanidad
mas en los tuyos salgo a flote
salvada como una mosca que cae al vino y no se ahoga
apesar de no saber nadar sobre la espuma.
Naufrago cada día en las palabras de humo
que me avientan sobre la cara
mas en tus ojos salgo a flote como un delfín que busca ser pescado
por el resplandor de los astros.
Oh amor que has emergido de la nada que fecunda al todo,
me diste dos islas donde puedo arrancarme las cadenas del mundo
y volar como un ave que no conoce civilización.
Tus ojos dos cocos que calman mi sed,
me limpian de la sal de los mares recorridos en el eterno naufragio.
Tu boca el faro que abre paso a mis besos barcos
confiados de su brújula se adentran en tus ciudades
donde tu aliento se pasea.
No hay mejor lugar para mí que la profundidad de esos ojos
donde me ahogo en los días conforme con mi muerte
como un pez que por propia voluntad se enclaustra
en la pecera de tus lágrimas.
Esos ojos como el grano de café que me despiertan del tedio
y donde por fin puedo dormir mis más sublimes pesadillas
y despertar mis sueños más preciados.
Tus pestañas son palmeras que me cobijan de la lava de los cielos
y del hielo de la luna que se derrite sobre mí
en las noches una almohadilla donde floto como un naufrago
que se siente a gusto sin tierra firme a la intemperie de tus caricias
y tus besos bollas en el largo naufragio de mi vida.
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