Ni en cuatro el mundo es otro.

A Goitia

I
Celebración de la subjetividad.
No vueles que te pierdo.
Mirarme para quedarme
Como si fuera para siempre.
Pero no vueles, que anhelo
Ser como tú, sin prisiones,
sin caminos, sin especificidades
vacuas, sin lineazos, sin humanidad.
Pero sólo porque vuelas,
celebro en plena sombra,
y desde abajo brindo por la tierra,
embriagándome de lo estático,
Me hidrato-dinamismo.
Y Tú que siempre vuelas,
pasea sobre mis esferas y
llévate todo, como si fueran granos.
Déjame lo que es.

VUELA, no es un imperativo
Aquí no hay mandatos.
Aquí sólo hay.

Mundos y mundo.
Cuando dejes de volar
Dime qué es morir
En pleno viento
Que cuando te toque
en el suelo.
Vivo.

II
Súplica.
Momento,bi-nca
Infastuoso ahora que no brinca,
cae hasta llegar a Sin-Sitio.
Caigo hasta tocar las puertas del In-finito(en).
Respiramos para fraguar el devenir insostenible,
pero pensamos pa’ medir lo inconmesurable.
Sinodales que se ponen cascos,
letras que esconden frascos,
como limonadas que saben a un refresh,
aquí en este In-finito me trago los paisajes,
los digiero en lineazos y luego bebo agua,
porque la violencia se resiente.

III
Lo que emputa es el encuentro con el fin medible Análogo a fumar tabaco cerca de los zombies que babean mentolados.

IV
El mundo sigue siendo el mismo,
Premisa que arranca la quietud,
Abismo que desnuda las voces,
aquí donde los perimetros se piensan en sí,
aqui donde el amor aplaude sin remar entre las auras de la noche,
aquí donde el viento se cansa,
donde los besos son ultrajes,
donde la transgresión es sepultada..

Quieren, quiero, soy el enfermo terminal que aborrece los días marchitados, los finales sin trucos, los placeres sin hermetismo, sí,
no queda duda que las miradas sobre uno mismo nos avientan a la vida, y la mirada hacia el Otro, nos empalma hacia la muerte.
Yo quiero vida, yo en tanto ellos, muerte.

IV
Perseguir los insondables y frenéticos caminos despojan lo incognosicle de los montos de tierra. Pa’ que quiero seguir si nadie encuentra nada, el hallazgo esconde en sus vértices lo más recóndito, deja visible el vacío, la pesadez de apenas sentir.
El cuerpo encarna una vez que ha combatido fervientemente contra el mundo, pero el mundo sigue siendo el mismo.
Hay esferas de contigencia, hay redefeniciones de lo originario, pero sigue siendo el mismo. Hechos amontonando basura, dulzura de estos cuerpos que van haciéndose plomo, hoy tomo.
Tomo pa’ refrescar y correr porque el mundo sigue siendo el mismo.
Insisto.
Quédate quieto, que el mundo sigue siendo el mismo.

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