Marketing & Strategy DLN

En una bodega de una colonia de la ciudad de México se encuentran 3 jóvenes, Daniel, Luca y Nancy de la empresa Marketing & Strategy DLN platicando con un señor de 60 años aproximadamente.
−Señor Otón, ya le dijimos que no aceptamos promocionar, o vender su producto; pero si estamos aquí es porque Nancy, su sobrina y mi novia, nos pidió que viniéramos a ver su máquina. Ya nos explicó que toda la vida ha trabajado en ella y que ahora necesita el dinero urgentemente; ya nos dio las especificaciones y todo. Pero sinceramente, no está en el catálogo de lo que podemos promocionar. Solo por un favor a ella la venimos a ver –dice Daniel tratando de ser cortés.
−Vengan muchachos, quiero que la prueben, ha estado en secreto hasta ahora, no confío en nadie, pero como ya les explicó Nancy, me urge venderla. Súbanse, pruébenla, es muy fácil el manejo, yo la he probado muchas veces, es segura; tengo muestra de ello.
Los tres jóvenes se miran y hacen una mueca entre ellos que se podría interpretar como que si ya están ahí, lo mínimo es verla por dentro. Se suben, el señor Otón les explica el funcionamiento, los sienta en los sillones, les abrocha los cinturones y marca la fecha 1905, y lugar, en el mismo sitio donde están. Los jóvenes, haciendo muchas preguntas, van quedando atrapados, y el Señor Otón sale, prende la máquina del tiempo, y después de un ruido ensordecedor desaparece la máquina junto con los jóvenes.

Al volver en sí los muchachos, ven por las ventanas como si estuvieran en las afueras de una ciudad. La máquina, como lo dijo don Otón, está en perfectas condiciones.
−¡Sí sirve, estamos en 1905, miren como están vestidas las personas! Ahora, regresemos –dice Luca, rascándose la cabeza.
−¡Claro!, se los dije, mi tío es un genio. Entonces, ¿sí le vamos a buscar mercado?
−Qué les parece si vamos a caminar ya que estamos aquí, y luego nos vamos. ¡Esta máquina vale una millonada, los planos otro tanto!, ya tengo en mente toda la estrategia, incluso, la podemos comprar nosotros y hacernos multimillonarios, solo tenemos que hacerle algunos cambios para que sea atractiva a la vista, que se vea más moderna, más como una máquina del tiempo –va diciendo Daniel mientras se baja de ella.
−Yo creo que mejor nos vamos ya, ¡no te vayas Daniel!, bueno, yo me quedo a cuidarla, espero que tú, Nancy, también te quedes. Es un arriesgue dejar sola esta máquina. ¡Ya estás pensando en las ganancias y no la cuidan! “Quien ama el dinero, no se harta de él, y para quien ama riquezas, no basta ganancias.”
Cuando regresan Nancy y Daniel, ven a Luca tirado, golpeado y sosteniendo unos papeles, y la máquina desmembrada.
−Por más que traté de defenderla, no pude, eran muchos, se llevaron unas piezas, lo que hice fue sacar los planos y aquí están, tienen sangre, pero se entienden. Podemos mandar hacer las piezas, y reconstruirla.
−No es tan sencillo, no hay la tecnología del 2024 de nuestra época. Por lo pronto tenemos que conseguir dinero, comer algo y cambiarnos de ropa –dice Daniel viendo toda la nave.
−Podemos trabajar en lo que sabemos hacer, y somos muy buenos, hagamos trabajos de mercadotecnia y publicidad para las empresas que haya, aunque la digital, que es nuestra especialidad, no la podamos hacer –los dos hombres fruncen la frente y Nancy continúa −, ¿tienen una mejor idea?

Al cabo de un mes, están reunidos los 3 en la máquina del tiempo.
−¡Parece que les estamos hablando en otro código a las personas! ¡Renuncio a manejar la publicidad y mercadotecnia de lo que sabemos, ahora, en 1905! ¡Quién escogió la fecha?, si solo era una prueba, pudimos haber escogido 15 años antes, solamente. De las 250 preguntas para el análisis de un producto, ¡las personas solo contestan el 5% a lo mucho, no pueden… visualizar lo que les pregunto! Y lo peor, ¡son las empresas!, no entienden que a las personas no les queremos vender un producto, sino la solución de un problema que todavía no existe, hasta que se los planteamos. No saben nada de manejo de emociones. Nadie quiere pagar por lo que hago. No entienden que hay que invertir para obtener cuestiones como concepto, estrategia global, análisis de las tendencias, de la marca; se les hace mucho dinero. No entienden, por más que les explico, sobre retorno de inversión, simplemente, no quieren gastar en nuestras áreas. Gano más de mesera, gracias a que las propinas son buenas, ¡estoy exhausta!, y, ¡ustedes aquí en la máquina todo el día, soy yo la que trae el poco dinero que tenemos!
−Tranquila Nancy, no te exasperes, las personas de esta época no tienen la culpa, lo que pasa es que nuestras áreas han evolucionado rápidamente. Te tenemos una sorpresa, mira quien está llegando, tu tío. Vino en otra máquina, trae varias refacciones, nos va a llevar de regreso a nuestra época con la condición de que vendamos esta máquina, pero no a quien le pueda copiar la tecnología, quiere una venta secreta, bien vendidas, rápido, y solo nos va a dar el 10% de la venta, trae el contrato ¿Tú, qué dices?
−Ahora caigo en la cuenta, de por qué encontré trabajo y ropa tan pronto, y trae refacciones… creo que su estrategia de convencimiento es muy eficiente, y su análisis de confianza, también.
Fin

Impactos: 3